martes, 8 de noviembre de 2011

Malware

Malware (del inglés malicious software), también llamado badware, código maligno, software malicioso o software malintencionado es un tipo de software que tiene como objetivo infiltrarse o dañar una computadora sin el consentimiento de su propietario. El término malware es muy utilizado por profesionales de la informática para referirse a una variedad de software hostil, intrusivo o molesto. El término virus informático es utilizado en muchas ocasiones de forma incorrecta para referirse a todos los tipos de malware, incluyendo los verdaderos virus.
El software es considerado malware basándose en los efectos que cause en un computador, pensados por autor a la hora de crearlo. El término malware incluye virus, gusanos, troyanos, la mayoría de los rootkits, spyware, adware intrusivo, crimeware y otros software maliciosos e indeseables.

Malware no es lo mismo que software defectuoso, este último contiene bugs peligrosos pero no de forma intencionada.
Los resultados provisionales de Symantec publicados en 2008 sugieren que «el ritmo al que se ponen en circulación códigos maliciosos y otros programas no deseados podría haber superado al de las aplicaciones legítimas». Según un reporte de F-Secure, «Se produjo tanto malware en 2007 como en los 20 años anteriores juntos».


Según Panda Security, en los primeros meses de 2011 se han creado 73.000 nuevos ejemplares de amenazas informáticas por día, 10.000 más de la media registrada en todo el año 2010. De éstas, el 70% son troyanos, y crecen de forma exponencial los del sub tipo downloaders.

Durante los años 80 y 90, se solía dar por hecho que los programas maliciosos eran creados como una forma de vandalismo o travesura. Sin embargo, en los últimos años la mayor parte del malware ha sido creado con un fin económico o para obtener beneficios en algún sentido. Esto es debido a la decisión de los autores de malware de sacar partido económico a los sistemas infectados, es decir, transformar el control sobre los sistemas en una fuente de ingresos.

Existen varios factores que hacen a un sistema más vulnerable al malware: homogeneidad, errores de software, código sin confirmar, sobre-privilegios de usuario y sobre-privilegios de código.
Una causa de la vulnerabilidad de redes, es la homogeneidad del software multiusuario. Por ejemplo, cuando todos los ordenadores de una red funcionan con el mismo sistema operativo, si se puede comprometer ese sistema, se podría afectar a cualquier ordenador que lo use. En particular, Microsoft Windows tiene la mayoría del mercado de los sistemas operativos, esto permite a los creadores de malware infectar una gran cantidad de computadoras sin tener que adaptar el software malicioso a diferentes sistemas operativos.
La mayoría del software y de los sistemas operativos contienen bugs que pueden ser aprovechados por el malware. Los ejemplos típicos son los desbordamiento de búfer (buffer overflow), en los cuales la estructura diseñada para almacenar datos en un área determinada de la memoria permite que sea ocupada por más datos de los que le caben, sobre escribiendo otras partes de la memoria. Esto puede ser utilizado por el malware para forzar al sistema a ejecutar su código malicioso

Originalmente las computadoras tenían que ser booteadas con un diskette, y hasta hace poco tiempo era común que fuera el dispositivo de arranque por defecto. Esto significaba que un diskette contaminado podía dañar la computadora durante el arranque, e igual se aplica a CD y memorias USB. Aunque eso es menos común ahora, sigue siendo posible olvidarse de que el equipo se inicia por defecto en un medio removible, y por seguridad normalmente no debería haber ningún diskette, CD, etc, al encender la computadora. Para solucionar este problema de seguridad basta con entrar en la BIOS del ordenador y cambiar el modo de arranque del ordenador.

En algunos sistemas, los usuarios no administradores tienen sobre-privilegios por diseño, en el sentido que se les permite modificar las estructuras internas del sistema, porque se les han concedido privilegios inadecuados de administrador o equivalente. Esta es una decisión de la configuración por defecto, en los sistemas de Microsoft Windows la configuración por defecto es sobre-privilegiar al usuario. Esta situación es debida a decisiones tomadas por Microsoft para priorizar la compatibilidad con viejos sistemas sobre la seguridad y porque las aplicaciones típicas fueron desarrollados sin tener en cuenta a los usuarios no privilegiados. Como los exploits para escalar privilegios han aumentado, esta prioridad esta cambiando para el lanzamiento de Windows Vista. Como resultado, muchas aplicaciones existentes que requieren excesos de privilegios pueden tener problemas de compatibilidad con Windows Vista. Sin embargo, el Control de cuentas de usuario (UAC en inglés) de Windows Vista intenta solucionar los problemas que tienen las aplicaciones no diseñadas para usuarios no privilegiados a través de la virtualización, actuando como apoyo para resolver el problema del acceso privilegiado inherente en las aplicaciones heredadas.

El malware, funcionando como código sobre-privilegiado, puede utilizar estos privilegios para modificar el funcionamiento del sistema. Casi todos los sistemas operativos populares, y también muchas aplicaciones scripting permiten códigos con muchos privilegios, generalmente en el sentido que cuando un usuario ejecuta el código, el sistema no limita ese código a los derechos del usuario. Esto hace a los usuarios vulnerables al malware contenido en archivos adjuntos de e-mails, que pueden o no estar disfrazados. Dada esta situación, se advierte a los usuarios de que abran solamente archivos solicitados, y ser cuidadosos con archivos recibidos de fuentes desconocidas. Es también común que los sistemas operativos sean diseñados de modo que reconozcan dispositivos de diversos fabricantes y cuenten con drivers para estos hardwares, algunos de estos drivers pueden no ser muy confiables.


Siguiendo algunos sencillos consejos se puede aumentar considerablemente la seguridad de una computadora, algunos son:

Tener el sistema operativo y el navegador web actualizados.

Tener instalado un antivirus y un firewall y configurarlos para que se actualicen automáticamente de forma regular ya que cada día aparecen nuevas amenazas.

Utilizar una cuenta de usuario con privilegios limitados, la cuenta de administrador solo debe utilizarse cuándo sea necesario cambiar la configuración o instalar un nuevo software.

Tener precaución al ejecutar software procedente de Internet o de medios extraíbles como CD o memorias USB. Es importante asegurarse de que proceden de algún sitio de confianza.

Evitar descargar software de redes P2P, ya que realmente no se sabe su contenido ni su procedencia.

Desactivar la interpretación de Visual Basic Script y permitir JavaScript, ActiveX y cookies sólo en páginas web de confianza.

Utilizar contraseñas de alta seguridad para evitar ataques de diccionario.

Es muy recomendable hacer copias de respaldo regularmente de los documentos importantes a medios extraíbles como CD o DVD para poderlos recuperar en caso de infección por parte de algún malware.

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